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¿Cómo se modificó la estructura de las pymes exportadoras?

Desde hace décadas se habla en el país de la necesidad de modificar la estructura de las exportaciones argentinas para aumentar su valor agregado y para reducir la dependencia de los productos primarios a través de una mayor diversificación.

 

Sin embargo, nada se ha hecho al respecto y a juzgar por las estadísticas de comercio exterior, su composición se mantiene encolumne.

 

En un reciente informe del Indec sobre Complejos Exportadores, se puede apreciar que en el años 2012, solo 17 Complejos absorbieron el 80,3% de las exportaciones totales.

 

Ese porcentaje se mantuvo sin cambios en los últimos cinco años, ya que en este períodos nunca superó el 82%.

 

Si se suman los Complejos Oleaginoso, Cerealero y Bovino, el porcentaje fue en el último año 41,2%. En 2008 era 42,2%.

 

Lo mismo pasó con otros Complejos. La participación agregada de los Complejos Frutihortícola, Pesquero, Uva y Maní, pasó de 7,4% en 2008 a 7,5% en 2012.

 

El Complejo Petrolero-Petroquímico se redujo levemente por los problemas del sector, pasando de 12,2% a 9,3%, pero cabe destacar el aumento producido en los Complejos Oro y Cobre: de 2,6% subió a 4,7% entre ambos años.

 

Con respecto a la concentración de las exportaciones puede apreciarse que solo tres Complejos podrán llamarse «industriales»: el Automotor, el Siderúrgico y el de Aluminio, cuya participación conjunta subió levemente de 14,8% a 15,7%.

 

La participación de los 14 Complejos restantes, que serán «primarios», representa los dos tercios de las exportaciones totales, aunque su participación, como contrapartida, cayó algo: del 66,9% en 2008 al 64,6% en 2012.

 

Que un país exporte productos primarios no es malo, siempre y cuando también exporte productos industrializados y servicios, como hacen hoy países con una geografía parecida a la argentina, como Estados Unidos, Canadá y Australia.

 

Esos países compartían con la Argentina los primeros puestos de ingreso per cápita hasta la década del treinta, pero luego de superada la crisis buscaron abrir sus economías y diversificar su producción y sus exportaciones.

 

Por el contrario, la Argentina insistió en cerrarse a la competencia internacional y apostó a su mercado interno que por su pequeño tamaño no le permitió lograr economías de escala y productividad suficiente para poder competir en los mercados externos.

 

Los altos precios internacionales de las materias primas no van a durar para siempre. Cuando cambie el ciclo habrá que estar preparados para poder exportar productos y servicios con mayor valor agregado.-

 

 

 

(*) Director del Instituto para el Desarrollo de Consorcios de Exportación de la Fundación ICBC

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