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Impulsan a que haya más bodegas pymes exportadoras

La vitivinicultura argentina necesita más empresas exportadoras. El Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030 establece como objetivos no sólo crecer en exportaciones, sino que también busca darle sostenibilidad económica, social y ambiental a la actividad a partir de la revalorización de las distintas regiones vitivinícolas y a la incorporación de más jugadores al comercio exterior.

 

Esa es la razón de ser de la nueva unidad ejecutora de Pymes Exportadoras que se creó en el seno de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

 

Según datos al 2019 del Observatorio Vitivinícola Argentino, unidad ejecutora de COVIAR gestionada por la Bolsa de Comercio de Mendoza, hay un universo de empresas detectado de unas 370 bodegas que tienen una participación de mercado en el total de exportaciones que ronda el 4,5%.

 

Estas firmas exportan y tiene potencial para crecer, pero han perdido mercado entre 2009 a 2019 pasando de exportar un total de 27 millones de litros a sólo 9 millones de litros de vinos fraccionados.

 

“Vemos que hay un número muy importante de proyectos a lo largo de todo el país, con la actividad presente en 18 provincias argentinas, que tienen un manejo cualitativo de los viñedos, un manejo cualitativo de sus vinos, que conocen los mercados pero que tienen una serie de necesidades y vulnerabilidades que no están cubiertas”, explica José Alberto Zuccardi, presidente de COVIAR.

 

Para completar: «Y ese es justamente el disparador para crear un nuevo ámbito de gestión que aporte soluciones principalmente en cuatro problemas o necesidades recurrentes: necesidad de capital de trabajo, recursos para equiparse e incorporar tecnología, dinero para promocionar sus vinos y capacitación».

 

Con estos fundamentos surgió la idea de crear un nuevo ámbito de gestión dentro de COVIAR donde se pudieran canalizar todas estas necesidades y generar un espacio de relacionamiento con organismos nacionales y provinciales, públicos y privados, que hoy quieren y tienen recursos para apoyar a este segmento de empresas.

 

“Desarrollar a las empresas y proyectos más chicos, dándoles soporte y ayudándolos en la gestión de las herramientas que necesitan, contribuye también a la valorización de distintas regiones del país y a darle emoción a la vitivinicultura argentina. El vino es diversidad y requiere de muchos jugadores. Somos competidores, pero también colegas y nos necesitamos unos a otros”, agrega Zuccardi.

 

“El objetivo plasmado en el PEVI 2030 no es sólo crecer en exportaciones sino también mejorar la distribución de los ingresos en la cadena, por lo que es necesario diversificar y ampliar el universo de empresas exportadoras”, afirma Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino.-

 

 

 

 

 

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