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Las grandes empresas en España están tardando una media de 90,5 días en pagar a sus proveedores, incumpliendo así la Ley de Morosidad que establece un plazo máximo de 60 días para efectuar los pagos.
Según un reciente informe del Observatorio de Morosidad de Cepyme, elaborado con datos de Informa D&B y Cesce, esta demora está afectando gravemente a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que dependen de la puntualidad en los pagos para mantener su liquidez y solvencia.
El incumplimiento por parte de las grandes corporaciones se ha convertido en una práctica común, pese a las normativas vigentes. Las pymes, que constituyen el tejido empresarial más importante del país, se ven obligadas a soportar estos retrasos, lo que en muchos casos les lleva a endeudarse o a enfrentarse a dificultades financieras, afirma la publicación de Business Insider.
A pesar de las multas y sanciones previstas en la ley, la situación no parece mejorar, y las empresas más pequeñas se encuentran en una situación de vulnerabilidad frente a sus grandes clientes.
El informe destaca que el sector de la construcción es el que presenta mayores problemas en términos de morosidad (94,9 días de media).
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) ha vuelto a instar al Gobierno a tomar medidas más efectivas para garantizar el cumplimiento de la Ley de Morosidad y proteger a las pymes de estas prácticas abusivas.
La organización ha propuesto, entre otras soluciones, la creación de un sistema de vigilancia más estricto y la aplicación de sanciones más severas para quienes no cumplan con los plazos de pago establecidos, concluye la publicación.-
