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Camperas de alta montaña: de empezar en una casa hasta llegar a Sudamérica

A comienzos de la década de los ´80 conseguir equipo de montañismo en Argentina no era tarea sencilla. Ante esa dificultad, un empresario sanjuanino que escalaba con sus amigos vio una oportunidad: empezó a fabricar camperas en la casa de sus padres, y de a poco comenzó a crecer.

 

Hoy, con el mismo esfuerzo que se requiere para conquistar una cumbre, bajo el lema funcionalidad y durabilidad por encima de la estética, su emprendimiento, Ansilta, emplea a 350 trabajadores y produce más de 2000 productos por día.

 

Además, hoy es una de las más de 300 empresas distinguidas en la 12° edición del Sello de Buen Diseño argentino (SBD), una iniciativa de la Secretaria de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación que reconoce a aquellos proyectos que, mediante procesos innovadores, lograron ampliar su productividad y abrir nuevos mercados internacionales.

 

Luego de las primeras camperas, Ansilta comenzó a producir también pantalones, buzos, chalecos, anoraks y remeras.

 

La pyme comenzó a crecer en 1999 cuando firmaron un acuerdo de licencia para utilizar la tela Gore-Tex. Esta licencia le permitió ser una de las marcas más reconocidas de Sudamérica ya que esta tela se utiliza para distintos tipos de actividades como montaña, esquí, ciclismo y trail running, lo que permite que la prenda pueda ser 100% impermeable y corta vientos y, al mismo tiempo, muy transpirable.

 

Con este impulso, en 2013 se inauguró una nueva fábrica de 1.500 metros cuadrados en San Juan. Pasó de tener una capacidad de producción de 400 prendas por día en 2010 a una de 1.000 productos diarios tres años más tarde.

 

Actualmente, con 350 empleados duplicaron ese número y todos los años trabajan para ir incrementando la producción gracias a la gran demanda que tienen.

 

Ansilta cuenta con 13 reconocimientos del Sello de Buen Diseño. El primero que recibieron en 2013 fue por el modelo Anorak Aconcagua, que actualmente es una de las camperas más elegidas en el mercado.

 

Todas las prendas de la marca se destacan por la búsqueda de diseño e innovación para conseguir un producto más cómodo, liviano y versátil. Gracias a esa búsqueda y a incluir toques urbanos, si bien la marca nació como una necesidad de montaña, también tienen un gran mercado en ciudades.

 

“El 100% de nuestras prendas se diseñan y fabrican en San Juan, nuestra trayectoria de más de 40 años diseñando y fabricando indumentaria técnica para ambientes extremos con tecnología de avanzada nos hace la empresa con la mayor experiencia en el rubro de América del Sur”, aseguró el gerente general de Ansilta, Néstor Fernández Ripoll.

 

Además la firma también trabaja bajo el principal estándar de gestión de la calidad, ISO 9001, 14001 y 45001 que avala las buenas prácticas ambientales de la fábrica y la seguridad y salud ocupacional de sus colaboradores. También reutilizan sus retazos, que son muy pocos ya que invirtieron en tecnología de corte que minimiza el desperdicio de telas.-

 

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